Cuando el destello de tu trémula silueta deslumbre a mi noche…
…y el porvenir de un destino momentáneo dependa de aquel exótico manjar, que es opacado por un sinnúmero de pequeñas criaturas triscantes e inertes (encajadas); ¡como propician desesperación!…
Cuando el agua es fabricada y la jaspia jadea una súplica, perdona a este noble peregrino, siervo paciente y único de tus caprichos.
Ostentoso, en verdad…
… y la escollera enriquecida de lluvia, propiciará el descanso entre tus pies, saciados por el vaivén del mar, alguna vez embravecido.
Bajando la marea, el amanecer llega.
Siempre puntual: catársis.

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